sábado, 31 de diciembre de 2016

Nrac n r a c

Obra: Egon Schiele 
Som carn, som carn amb voluntat de ser carn, som carn amb voluntat de ser vida, som carn amb vountat de ser lliure. Carn que vol deixar de ser carn, que vol ser des-carn. Carn despullada de carn. Com desdibuixar la carn?

Carn que no vol ser carn, que vol ser tota la carn. No un trocet de terra, ni un planeta, sinó una galàxia de carn. Una galàxia de carn en expansió, cada vegada més carn, cada vegada menys. Carn descarn, carn com un mirall trencat. Carn en expansió.


Carn?

Nrac?

N       r     a    c?

N  
                r

                             a
                                                                            c . .     . ?


Com fer estallar la carn?


           

jueves, 22 de diciembre de 2016

Nosotras

Nosotras,



Las nadie,
Las nada,

Las que no tenemos nombre,

Las que no tenemos rostro,

Las que no tenemos nada.

Que por no tener no tenemos 

Ni una crónica roja en la prensa local.
Nosotras, las ninguneadas,
Peor, las invisibilizadas,
Las que no existen.



Que no hacemos nada,

Ni arte, ni artesanía,

Ni cultura, ni folklore,
Las que no hablamos,
Ni idiomas, ni dialectos,
Sólo silencios. 
Las que somos una página en 
Blanco de su historia total.
Las que somos una sombra,
O ni eso.
Nosotras, que ni religiones,
Ni supersticiones, sólo locuras.
Nosotras, que ni humanas,
Ni recursos humanos,
Úteros, y ya.
Nosotras, 
que no somos ni un número de su historial…

Nosotras,
no esperamos que llueva la buena suerte,
Ni hoy, ni mañana, ni nunca.
Sobrevivimos.
Nosotras, las brujas, las histéricas, las locas, las furcias,
Sobrevivimos.
Nosotras, jodidas, requetejodidas, quemadas,
Violadas, maltratadas, esclavizadas, engañadas, 
Silenciadas… sobrevivimos.
Hoy, mañana, siempre.
Y que les joda, y que les queme,
Porque nosotras,
Que de tanto dolor a cuestas,
de tanto dolor parido
y tanta supervivencia,
ahora,
le estamos dando la vuelta al mundo,
le estamos dando la vuelta al miedo.

Y que tiemblen, 
que a dos manos lo estamos matando.


* Este texto surge como respuesta al famoso texto de Eduardo Galeano, "Los nadies".

viernes, 25 de noviembre de 2016

No te marches, niña...


"Recuerdo mi niñez
cuando yo era una anciana
Las flores morían en mis manos
porque la danza salvaje de la alegría
les destruía el corazón.

Recuerdo las negras mañanas de sol
cuando era niña
es decir ayer
es decir hace siglos".


Alejandra Pizarnik



Vuelve a mi pupila
mi infancia como un plato roto,
llovía, allí, a lo lejos llovía,
en la lejanía de mi palpito,
donde siempre quebraba
punzante mi aliento mis venas
mi carne mi vuelo,
sólo destacaban
las costras marchitas
en mis rodillas,
cayendo como pétalos.

Que no se pierdan por favor,
me decia, que no se pierdan
las rayuelas ni los pies descalzos,
que no se pierda la torpeza
abstracta, el error innato,
que no se pierda el amor
acompasando el camino.

Era el desorden de un poema
lamiendome la piel (con la aspereza de un gato).

Allá a lo lejos,
donde morían los platos,
jugábamos con el corazón
y la sangre entre las manos,
y llovía, llovía sangre, y sal,
y lágrimas, dolor que se hacía dulce,
y arraigabamos el cielo,

cuando eramos pájaros

y era el cuerpo
un bosque de color de tango.

[No te marches, niña...]

jueves, 17 de noviembre de 2016

Siete pecados capitales

Mis siete pecados capitales: nacer mujer, de herencia árabe, de barrio obrero, de familia humilde, de sensibilidad a flor de piel, de locura innata, de inconformismo constante. Y los pecados se multiplican. Y que se multipliquen. No nos gusta nada eso del capital.

domingo, 30 de octubre de 2016

Carcelera de su libertad

"Un cuerpo desnudo sumergido en el ardor de nadie.
Un alma, que sin necesidad de tenerlo todo, no le falta de nada.
Testigo de tantas tontas dudas
alimentadas en el regocijo de un pecho cualquiera,
con una venda en los ojos que le impide ver
y un ensordecedor grito mudo,
desciende los peldaños de su infierno
y de desvanece en los mil y un miedos.

Y a tientas, palpa las rejas de sus propios muros.
Y con una lima, no destruye, sino que saca el brillo de los barrotes,
aburrida de sentirse encerrada,
pero confortada de sentirse segura.

¿Derribo o no derribo?
Y juega con su lima y devuelve al fondo
figuras de sus propias necesidades,
y finge no haberlas sentido nunca.
Juega con creer ser libre y dueña de su cárcel,
y a veces flaquea o se empodera.

¿Destruyo o no destruyo?
Y redecora el mobiliario,
y aquello lo mueve al otro lado,
y lo demás aquí, lo gira de medio lado...
Y entonces, por un momento,
le vienen aires de que algo ha cambiado,
y se sienta a esperar, con una sensación de satisfacción,
con tacto de plástico.

Y el tic-tac le devuelve a su impaciencia,
y entonces le asaltan las dudas:
¿pero quemo o no quemo?
Y va acumulando recursos adquiridos
como reliquias más dignas de un museo de anticuario;
el síndrome de Diógenes de las conductas aprendidas.
Y de tantas que acumula,
ya no llega ni a limpiar el polvo de los barrotes,
aunque con maña pinta y restaura sus muros
consiguiendo un aire nuevo sobre un olor enmohecido.

Y convencida, siente que algo decisivo ha cambiado.
Y con cierta indecisión, titubea: ¿tiro o no tiro?
Carcelera de su libertad."


La teta que sueña.